Apenas concluyó la conferencia de prensa, el teléfono del gobernador Osvaldo Jaldo y el del ministro del Interior, Darío Monteros, comenzaron a sonar incesantemente. Del otro lado, las y los intendentes del interior manifestaron su inquietud por el futuro del Pacto Social que, según reafirmó el mandatario, expirará a fines de año y, para 2024, habrá una reformulación del acuerdo con las Municipalidades que requieran asistencia de la Casa de Gobierno. Jaldo anunció que la semana que viene convocará a los intendentes de para evaluar los mecanismos a implementar a partir del 1 de enero con la eliminación del Pacto Social. “Si bien vino solucionando muchos problemas en municipios que no podían pagar sueldos, pero del mismo modo, vino produciendo un endeudamiento muy importante a través de los años. Consensuaremos otra metodología”, indicó el titular del Poder -Ejecutivo.
Los municipios vienen observando un ajuste en el giro de las transferencias por efecto de la menor recaudación de los impuestos coparticipables. Monteros expresó a LA GACETA que se cumplirá con lo acordado oportunamente para que ninguna de esas jurisdicciones tenga inconvenientes para cumplir con el pago de los sueldos y con la cobertura de los gastos de funcionamiento.
Según pudo establecer nuestro diario, el zapato no ajusta para todos por igual. Dentro de las 18 municipalidades hay algunas que tienen una situación financiera más holgada que otras para hacer frente a la nueva modalidad del acuerdo Provincia-Interior.
Por ejemplo, entre los distritos más comprometidos se inscriben Banda del Río Salí, Famaillá, Aguilares y Tafí Viejo. Otros que revisten una situación considerada intermedia son San Isidro de Lules, Monteros, Concepción, Yerba Buena, Alderetes, Trancas y Alberdi. Menos afligente es la situación fiscal en Simoca, Graneros, Burruyacu, Las Talitas y Tafí del Valle, de acuerdo con la evaluación oficial.
Medidas de austeridad
La principal preocupación de los intendentes pasa por la cobertura de los salarios del personal de esas jurisdicciones. En principio, la Provincia estaría dispuesta a colaborar financieramente para que el año que viene no tengan inconvenientes para cubrir esa obligación salarial. De la misma manera, se analizará, caso por caso, la situación de los gastos de funcionamiento y la posibilidad de que sean cubiertos con recursos generados por la propia intendencia.
Un signo de interrogación se abre al plan de obras públicas, que dependerá fundamentalmente de los programas federales para su ejecución. El ajuste llegará para otra cuestión que gran parte de las municipalidades utiliza para esparcimiento y turismo: los espectáculos y los festivales. Con las medidas de austeridad se estima que en 2024 se reducirá la cartelera que, generalmente, está plagada de figuras nacionales.